Mi enfermedad (por Tomas Buendia)

[Punto Deportivo]

Mi enfermedad

por Tomas Buendia

Contraje la enfermedad de muy niño, tanto que ni siquiera recuerdo cuando comenzó, es como si hubiera nacido con ella, mi madre nunca la contrajo, mi padre podría habérmela heredado, aunque la mía es mucho mas virulenta y de otro tipo. Por eso en mi caso no es genética.

Se tiene por sentado que los creadores de la misma fueron los ingleses, algunos antropólogos afirman que comenzó en Egipto, otros en la India, que en el imperio romano ya estaba presente, y que en América los Mayas también la padecieron, lo concreto es que no los ingleses o mejor dicho los británicos como sociedad son los autores de la misma, para ser exactos un grupo anónimo de súbditos del reino fueron lo que crearon cuales serian las pautas de su desarrollo, le dieron el marco donde el germen crecería, se desarrollaría, y luego se les fue de la mano.

En Lobos mi ciudad natal llego hacia fines del siglo diecinueve, traída por los primeros inmigrantes provenientes de las islas, al menos asi lo atestiguan las lapidas de mármoles blancas enmohecidas, con apellidos sajones, en muchos casos ya olvidados.
Esta se fue esparciendo a nivel planetario, en la década del 30 del siglo pasado abarcaba a buena parte del globo, en los últimos años la globalización la llevo a niveles impensados por aquellos anónimos hijos del reino.

En los Estados Unidos todavía no se ha diseminado, ellos la han frenado con tres o cuatro antídotos de diseño que aun no han hecho ningún tipo de efecto a los que la padecemos, el imperio de nuestros tiempos que por “seducción” o la fuerza impone “democracias, libertades” o cultura no ha podido muy a pesar de sus esfuerzos contrarrestarla.

Su sintomatología es muy variable, el primer síntoma es la ansiedad, para por lo general seguir un corto tiempo de calma, y de allí a estallar a la euforia total, si se suceden varios estadios de excitación, habrá una semana de felicidad, he experimentado por suerte muchas veces este estado.

Otras veces de la euforia se pasa a la angustia, a veces a la depresión, se exterioriza ese estado rompiendo cosas, arrojando, lanzado improperios y aun así no se logra la calma. Serán días de un estado neblinoso.

El espacio entre los ataques suele ser de 3 a 7 días, siempre es mejor que los estadios sean mas cercanos, significa que la euforia prevalece.

En enero y parte de febrero casi desaparece para retornar en marzo con toda su fuerza nuevamente. Desde que se inicio fue privativa de los hombres, aunque en los años ochenta las féminas han comenzado a contraerla también, todo indica que la enfermedad se encuentra con buena salud y en franca expansión, algunos opinan que en algún momento colapsara en si misma al igual que el imperio romano, creo francamente que mis bisnietos, y los de ellos también la padecerán.

Existen infinidad de subtipos. Algunos muy comunes, otros rarísimos, latentes en pequeñas poblaciones que nunca salieron de sus fronteras, cada persona que padece un subtipo puede reaccionar en forma agresiva contra quien padece uno diferente y cada uno es perfectamente reconocible por el otro.

En un periodo de determinada cantidad de años, cada una de las mutaciones cede para dar paso a otra que solo subyace en aquellos nacidos en una misma geografía., la duración de esta mutación es de aproximadamente 60 días, luego reaparece el virus primario.
Muy pocos casos existen que quien nace con un tipo cambie a otro, esta totalmente comprobado pero no en forma científica que se nace con ella y no se puede adquirir, algunos hipocondríacos fingen por un tiempo padecerla, para formar parte de los infectados, pero es rápidamente reconocido por nosotros y solemos divertirnos verlos tratando de imitar nuestros síntomas.

Mi enfermedad es una pandemia que no tiene cura, a ninguno de nosotros le importa que la tenga, somos muy felices sufriendo, angustiándonos, deprimiéndonos, ya que la euforia, la emoción, la pasión y el grado de felicidad que alcanzamos es casi incomparable, por que hay alegrías que solo suceden una vez, estos síntomas son reiterativos e indefinidos a lo largo de nuestra vida.

Mi enfermedad se llama Futbolis extremis sub tipo bosterius* soberbius.

*En argentina a los fanáticos de Boca Juniors nos denominan bosteros

[Punto Deportivo]

IV Concurso de Relatos Futbolísticos Foro Punto Deportivo: "Mi enfermedad" por Tomas Buendia.

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