A partir de ahí, me he puesto a pensar en el desempeño de la plantilla este año y la verdad es que le encuentro explicación a porqué estamos donde estamos.[...] Creo que el verdadero profesional es el auténtico héroe del deporte. Él no es necesariamente un gran jugador, o el mejor jugador del equipo, aunque puede ser ambas cosas. Su grandeza está más relacionada con su disposición que con su talento. [...] Muchas de sus cualidades son invisibles desde la grada y las tribunas de prensa. [...] El buen profesional siempre acepta la responsabilidad, la suya y, cuando las cosas se ponen duras, la de los demás compañeros. [...] Si estás en la mierda, después de conceder a tu rival uno o dos metros, el buen profesional acudirá a rescatarte para hacer lo que a los ojos de la gente parece una simple intercepción. [...] En el ataque o en la defensa, en casa o fuera, en el barro de enero, en el viento de abril, en el calor de agosto, cada partido es un examen y hay muchas maneras de escabullirse, de evitar la responsabilidad con el equipo. El buen profesional nunca lo hace. A veces está exhausto, o desesperado, pero nunca fuera del partido, nunca en la lista de desaparecidos [...] Él es mi jugador. Él es el futbolista de los futbolistas.
Lo comparto por si a alguien le interesa.